Todos levantaron la mirada hacia el horizonte, y lo vieron teñido de un halo naranja, que se extendía a lo largo de todo el campo de batalla. Estaba todo encharcado y cenagoso; señal de que la nieve se había derretido.
Nadia y los Gemelos parecía que sabían que lo que estaban percibiendo eran en realidad llamas y fuego… Hablaban entre ellos muy preocupados, y Samanta les preguntó sobre los sucesos…
- Es fuego… Sua ha atacado a la Luz con uno de los peores elementos que podía hacerlo… Todos los humanos de su bando enemigo están ardiendo ahora y convirtiéndose en cenizas, y los Seres de Luz son consumidos y esclavizados tras las llamas… el FUEGO es más fuerte que la Luz sola. Esto quiere decir que la eliminación del Averno, depende sólo de nosotros cuatro -, informó Nadia, a la vez que una gruesa lágrima perfilaba su rostro.
Los Gemelos se abrazaban entre sí, hasta que uno corrió hacia el escenario como fuera de sí y dedicando graves insultos a Sua y a los que estaban de su parte. El otro hermano, Nadia y Samanta, le siguieron un poco más lentamente.
Cuando llegaron, revisaron que todo era apocalíptico. A Sami le dolía mucho el pecho, y comenzó a toser y a escupir sangre…
- Samanta, quédate aquí -.
Como hubiera hecho en otro momento, Samanta no se atrevió a replicar lo que le decían sus compañeros, y se quedó recostada en un árbol, mientras se alejaban unos cuantos metros.