El “Eje del Mundo” parecía estar ávido de la sangre de Sua; al igual que Samanta, que en su interior reía, manejando la posibilidad de que de aquella guerra, la Luz saliera victoriosa.
Cogió el suficiente impulso para que al arrojarle la lanza le hiriera mortalmente, y sujetándola siempre con el brazo derecho se dispuso a dispararla contra aquel monstruo lleno de avaricia y mezquindad del Averno. Sin embargo, en el mismo momento en el que la mano de la chica soltaba el arma, algo imprevisible pasó, que la llenó de espanto y pavor.
No podía creer lo que estaba experimentando… Su brazo había sido seccionado de un solo tajo por el hacha de un Ser de Niebla, que había augurado las malas intenciones de la febril Sami contra su jefe.
Samanta contemplaba su miembro mutilado en la nieve sin saber cómo reaccionar. No tenía lágrimas para llorar, pero la angustia y el decaimiento se hicieron un hueco en su aterrorizada alma.
Y antes de que cayera desmayada, su ultima visión fue la del Ser de Niebla que recogió el hacha que había sesgado su brazo tan violentamente. Luego, se acercó a ella para acabar definitivamente con la muchacha.
Todo se volvió negro y perdió la consciencia y la cordura que tanto hacían sufrir a la desgraciada.
Querida Pili
Sigo vagando por los cibercafés de Buenos Aires, pero asà como para ti “Otros mundos ” es una obligación semana a semana, lo es para mà leerla. Me parece que en estas últimas entregas has afinado tremendamente la calidad. Era lo que habÃamos hablado sobre las escenas de batalla. Has sabido darle una dimensión genial hasta el punto que el lector se encuentra sumido en la lucha.
Te beso
Querido Rik:
Si no estás ahÃ, siento que me falta algo; consejos como los tuyos deben ser siempre escuchados.
Un beso desde lo más profundo de mi ser…