“EN OTROS MUNDOS” (109)

        Samanta estaba descolocada, como si ése no fuera su lugar… Hasta que alguien conocido la tomó del brazo; era su confidente y leal Nadia. Ya se sentía segura para la batalla.
     La mirada de Nadia transmitía fe y confianza, y hacía ausentarse a cualquier incertidumbre y sentimiento de cobardía, que se presentaran antes de volcarse en un asunto tan bélico como el que estaba a punto de iniciarse.
-    ¿Preparada, Samanta? -.
     Enarcó las cejas antes de contestar, y cotejó a los más próximos:
     La mayoría de sus aliados eran Seres de Luz… Sin embargo, humanos como ellas que luchaban por la Luz y la Vida en el Mundo, destacaban también entre todos los adeptos.
     Esas personas se sabían ya condenados por Sua a convertirse en Seres de Niebla, pero iban a luchar hasta su último respiro por que les dejaran morir en paz, y no replegarse eternamente a las órdenes de ese maquiavélico y artero Monstruo en el Averno.
      Un poco más adelante que ellas un hombre y una mujer se unían a la multitud cogidos de la mano, y plenamente lógicos de que debían estar allí, y que combatirían con todas sus fuerzas, conscientes de que su Muerte indudable iba a ser completa; su pensamiento estaba con esos pobres Seres de Niebla que eran sus enemigos porque Sua había eliminado de ellos cualquier personalidad y voluntad humana, en las que no tendría cabida el velar por un ente tan rastrero y siniestro. Ella comenzó a tararear una canción, haciendo lo posible por alejar la tensión del momento… antes del combate


-    Ya estoy preparada -, dijo Sami, divisando aproximarse al ejército contrario.

Un pensamiento sobre ““EN OTROS MUNDOS” (109)”

  1. Querida Pili

    Evidentemente se está en la puerta de la batalla y cabe la duda si se desarrollará en un plano individual o colectivo. En todo caso está bien planteado, en especial el tema de Fabio y su suicidio, que supuestamente rompe el orden cósmico. Sin embargo, esto no evita que en algún sentido pueda estar vinculado al mundo de la luz. En medio de la oscuridad que nos rodea, podemos entrever por momentos la presencia de esa dimensión luminosa, y quizá sea esa la clave de la redención, se la entienda como se la entienda. Creo que cabría rodear a Samanta de más objetos simbólicos que vayan dando una pauta dramática quizá retardando o reemplazando la descripción directa de la batalla. También podrías pensar en introducir aquí una de las claves de Tolkien, por la cual la guerra la resuelve y la gana aquel más pequeño, más ignorado, que por su poca importancia no era visto por el ejército de las sombras y que se encargaba de llevar consigo el objeto de poder. Si incorporas una situación como ésa creo que no estarías plagiando, debido a que el recurso no es de naturaleza literaria, sino que se remonta a una concepción muy antigua que es recogida en los Evangelios con la frase “Cuando todo parezca perdido será recuperado” por la cual el encargado de restablecer un orden primordial es el más insignificante.

    En otro orden, estoy estudiando el FTP para que puedas bajar archivos de mi ordenador. Cuando tenga noticias te envío un mensaje privado.

    Te quiero muchísimo

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