Su pregunta era muy directa… Samanta se sintió estúpida cuando la Luz le anunció que Fabio había vuelto ya al Mundo terrenal, al primero que había compartido con su novia.
- El caso de Fabio no estaba claro, Samanta; él se suicidó, llanamente asesinó cualquier opción de superación por haberte perdido… Consideramos que aquello no estaba bien, pese a que decidimos devolverle a la vida, aunque no a la suya. Tú le viste en Santa Catalina: era Fabio el muchacho que viste en el cementerio antes de bajar al Averno, pero no parece el mismo físicamente -.
Esto la dejó sin palabras y una y otra vez, repasaba el capítulo arrepintiéndose de no haber abrazado y besado a Fabio en su fugaz encuentro.
- Y Samanta: esto es importante… Nosotros le damos esa capacidad de redimirse a todo Ser de Niebla que muera por nuestras armas, pero ellos a nosotros no… -, indicó el Ser de Luz.
- ¿Quieres decir que matarán también Nuestra Alma? -, retorció ella, confirmando con esta pregunta que iba a luchar del lado de la Luz de todas formas.
Al principio llegó a pensar que el Ser de Luz la iba a recriminar por haberse dejado el Eje del Mundo en la cabaña de Nadia… Por lo que vio, había sido recuperado de nuevo, y se le hizo entrega de esto, junto a una armadura dorada y un escudo lunar para que pudiera hacer frente a los Seres de Niebla.
Fue depositada otra vez en el suelo del Averno con tremendo cuidado, y antes de que se diera cuenta pudo infiltrarse con todos los Seres de Luz, con miles de ellos que arengaban a la libertad y a la abolición de Sua y todos sus Avernos. Éste era su ejército.