“EN OTROS MUNDOS” (106)

    No le quedó más remedio, así que Samanta fue sumisa y siguió a los Seres de Niebla. Clavó la mirada en el suelo, sabiendo que la llevaban con Sua.


                       Entonces, un rayo muy potente cayó encima de uno de los Seres, haciéndolo saltar por los aires, y haciendo que los demás soltaran a la chica, y se pusieran a cubierto.


     Los rayos se multiplicaban por diez con cada intento de los malvados por Rayos sobre los Seres de Nieblaacercarse a Sami. El cielo se había llenado de nubes, y tras dar a conocer su faceta más airada y furiosa, lanzaba sus fulminaciones a diestra y siniestra sin que nadie, objeto de su ira y frenesí, pudiera escapar a su desbaratamiento.


                     Y un resplandor de luz blanca recorrió el paisaje hasta donde su vista alcanzaba; buscaba a Samanta, y cuando la localizó esa refulgencia alba, la abdujo hacia sí como si el cuerpo fuese una liviana pluma.
     En absoluto se sintió amenazada o temerosa cuando fue remolcada, incluso una sensación de alivio y esperanza hacían que se tranquilizase y se serenase. Asemejaba todo lo que vio allí arriba a algodón dulce, a uno de los recuerdos más tiernos de su infancia…    algodones de azúcar Cuando sus padres se lo compraban en la feria y correteaba alegre hasta llegar a un viejo carromato, en el que dejaba volar su imaginación y la fantasía que hacían falta para abandonar ese mundo, sin saber que el suyo y los otros estaban tan cerca.


               No le inquietaba la soledad a la que se encontraba expuesta, pero sí tenía cierto deseo de que alguien le explicara dónde estaba y si seguía o no en el Averno; e hizo su entrada una grandiosa Luz, en la que se apreció envuelta totalmente.

2 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (106)”

  1. Querida Pili

    La progresión dramática que incluye la interacción entre la luz y la sombra, es cada vez más interesante. Tengo mucha curiosidad por ver cómo encaras el tema de la guerra: recuerda que la misma tiene como esquema básico ir de lo general a lo particular y viceversa en un movimiento de péndulo. El resultado de la batalla, la táctica, la estrategia llevada a la práctica no coincide con los episodios individuales. La vida de los hombres, sus aspiraciones y deseos, nunca encajan con los designios de los generales, pero se ven afectados por ellos.

    Te insisto: la interacción entre la luz y la sombra a nivel de los personajes me parece excelente.

    Muchos besos.

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