A pesar de que se sintió llena de gozo al comprobar que era Nadia la que estaba entrando en la cabaña, guardó silencio y compostura hasta que la puerta se cerró, y los Seres de Niebla que la acompañaban continuaron su camino.
– ¡Nadia, que estoy aquí! -, exclamó Samanta, mientras se abrazaban.
Estaba emocionada, aunque no dejaba de preguntarse por qué había vuelto al Averno.
- Lo que más deseabas era salir de este lugar infernal… Huiste con Aníbal, con Silvia, con La Niña, con Tirso… Entiende mi confusión, Sami -.
Le explicó que desde el momento en el que ella y Silvia habían sido absorbidas por el agujero de Sua, fueron castigadas a convertirse gradualmente en Seres de Niebla, que ni cómo pensaban todo se iba a invertir al pasar al mundo terrenal, por los anillos dimensionales del Ser de Luz.
- ¿Y dónde están los demás? -, preguntó Nadia, buscando en todos los rincones de la casa.- Bueno… Aníbal comenzó su metamorfosis a Ser de Niebla antes de salir de los aros; nos amenazaba a La Niña y a mí con devolvernos a Sua, y muy a mi pesar tuve que matarlo con esto, con un Eje del Mundo -, manifestó señalando la lanza que llevaba a su espalda.
Se imaginó ella sola que Silvia ya se habría transformado… Casi no podía creer que Tirso también fuera ahora un Ser de Niebla, y que La Niña hubiera perdido la facultad de verlos:
- Es muy triste lo de la chiquilla, pero es que ya no sois de su mundo… Habéis hecho bien en venir los tres al Averno… Tendrás que olvidarte de Tirso y Silvia, ya no son humanos -, dijo gimoteando.
Querida Pili
Es evidente que los presentes capÃtulos constituyen un impasse en lo que hace a la tensión dramática. Hay reencuentros, explicaciones en las que se prepara todo antes del estallido de la guerra. En cuanto a la misma, además de lo que te comentaré en el mensaje privado, te recomiendo la pelÃcula Henry V, que reproduce la obra de Shakespeare. Creo que allà se describe acabadamente una batalla en términos que pueden ser luego trasladados a la literatura.
Te envÃo muchos besos y la seguimos por privado.
Claro, Rik… No podÃa olvidarme de personajes como Nadia; y la contienda debe irse preparando poco a poco. Un abrazo.