“EN OTROS MUNDOS” (78)

  Samanta iba tras los firmes pasos de su novio. Algo la estiraba de la ropa para que frenase la trayectoria.
     Resultó ser un alguien… Era La Niña:

                  -    Me ha parecido ver a Tirso por esa otra parte. ¡Vamos allá, por favor! Luego volvemos a ver qué hace tu chico… No tardaremos ni un minuto -.
 

                     No es que la convenciera mucho, pero la insistencia de La Niña acabó materializándose en que las dos fueron en busca de Tirso.
      Y exactamente, allí estaba él, a un par de metros de Silvia que no paraba de toser y de contorsionarse. De Silsia a Ser de Niebla Tirso quería acercarse, pero Silvia le gritaba que no lo hiciera y que permaneciera fuera de su alcance. Sami ya había vivido eso, cuando Aníbal se convirtió en Ser de Niebla; seguramente, era lo que ahora le estaba ocurriendo a Silvia…

                             Poco después se iba descomponiendo y un espeso humo cubrió todo, para finalmente concentrarse en un intrínseco cuerpo que ya no era el de la muchacha, sino el de un Ser de Niebla, mezquino y miserable.

               -    ¡No te acerques, Tirso! ¡Ya no es Silvia, no queda nada de ella! -, clamaba Sami desde la voz de la experiencia.
                -    ¡Dice la verdad! ¡No hay remedio! ¡Alejémonos, ella es ahora un Ser de Niebla! -, clarificaba La Niña con la intención de que no avanzara más hacia el ente.
 

                          Tirso las miraba conmocionado, mientras el Ser de Niebla ya formado, sacaba con gran disimulo su brillante látigo, sediento de sangre.