“EN OTROS MUNDOS” (59)

     Entonces, Samanta y Nadia se dieron cuenta también del hallazgo de su compañero… Fue él, quien destapó lo que había debajo de esas ropas:  

 Silvia desesperada Era Silvia, que hecha un ovillo, temblaba y gimoteaba, mientras los demás inspeccionaban que esa especie de gangrena que iba minando su espíritu, se iba expandiendo por todos los rincones de su cuerpo.

                  -    Pronto dejará de ser humana, para convertirse en un Ser de Niebla… La oscuridad se la va comiendo, literalmente -, sentenció Nadia, sin que Silvia la oyera.
                             -    Pero… tú también estás infectada de “esta cosa”, y cuando saliste de aquí dejó de crecer… Cierto es que está mucho más contaminada que tú… No importa, sacaremos de aquí a Silvia, ella se repondrá; además la llevaremos con Tirso y saldremos del Averno de Sua para siempre -, le farfulló Sami algo nerviosa.

                                        Con todo, Teo equiparó que lo mejor era no perder más tiempo, y a la vez que las tres fueran reaccionando ir sacando él a los otros sujetos de sus calabozos con la llave maestra. Ninguna cerradura se le resistía; todos salían, tristes pero esperanzados ante los ánimos que les daba de que fuera podrían combatir sus heridas corrompidas. cerraduras de los calabozos
     Había liberado ya a más de cuarenta, pero cuando llegó a donde estaba encerrado el coreano, el amigo de Aníbal, la llave no funcionaba; la cerradura estaba como atrancada… Forcejeando y batallando contra la puerta, Teo se estaba empezando a desesperar.

                                        En el último segundo antes de que lo dejara por imposible, la puerta cedió. El coreano, como los otros cautivos que estaban deseando escapar, no estaba detrás de la puerta esperando a que Teo abriese la puerta.

3 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (59)”

  1. Hola lidia. Pues, me lo pones difícil, quizá el del ESPEJO si me pongo selectiva… últimamente tiene concordancias conceptuales con mi vida. Aún confieso que no he leído todos, pero regresaré por tu blog. Otro abrazo para ti.

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