“EN OTROS MUNDOS” (91)

  Claro que le preocupaba quién pudiera ser ese chico que había visto en el Cementerio de Santa Catalina… además le había dado confianza, era como si ya se conocieran…

                Dedos de Tirso     Pero, Samanta ahora tenía otro motivo de desasosiego y agitación, y es que los dos, Tirso y ella, estaban debajo del agua. Sus movimientos eran acompasados y lentos, la resistencia del agua ralentizaba cualquier contorsión o inclinación que quisieran hacer.

                          Al estar muertos, no necesitaban oxígeno; podían estar debajo del agua todo lo que quisieran sin sentir absolutamente ninguna presión en el pecho, y sin temer que en cualquier momento no podrían respirar.

           Imitando a Tirso, se puso en horizontal, Buceando por el lago y bucearon por las calmadas aguas a la vez que investigaban en busca de respuestas sobre si el agujero les había llevado al Averno o a otro sitio recóndito para ellos. Llegaron casi hasta la superficie… era un lago… desde dentro del agua, podían ver el cielo azul y las nubes de algodón blanco.

                    Tirso hizo lo posible por salir del agua, pero la extensión era dura… como si estuviera recubierta de un espeso hielo translúcido relucidamente. Daba puñetazos a la superficie  con la intención de que se abriera, sin embargo era absurdo.
     Samanta también lo intentó con sus puños, incluso con el Eje del Mundo que aún llevaba a la espalda, pero tampoco. Además, la lanza se doblaba y pensó que fuera a quebrársele.

                       Estaban atrapados entre dos mundos. No podían volver porque el agujero se había cerrado, ni salir del agua para establecerse en el Averno.

6 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (91)”

  1. compañera,sabado de tarde,con un calor de 32grados,me puse al tanto en la novela…
    creo que te llego mi comentario:yo no oy ejemplo de nada…
    pili me gustaria que me contaras donde queda vitoria,tu ciudad,y en que region taria bueno…yo vivo enla plata,una ciudad,capital de una provincia de bs as. es chica, en relacion al reto de lo paises…en argentina hay apenas 39 millones de personas…y en la prov.donde vivo hay 15 millones….saca la cuenta,yo tengo mucho calor en invierno!
    abrazo y avantipili compañera con su hermoa novela

  2. Aquí, estos días también hace mucho calor; por el norte no estamos acostumbrados a este clima… No sé si durará, pero prefiero algo más suave.
    Vitoria, no es que sea muy grande, pero siempre me ha parecido un encanto… Supongo que al vivir aquí igual no es muy objetivo, pero quiero mucho a mi tierra.
    Puedes investigar más aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Vitoria
    Gracias Lidia, eres un amor.

  3. Querida Pili,

    Vuelvo al hilo de la novela, leí los ultimos tres capítulos y creo que éste es uno de los mejor logrados. La catarsis de los cuerpos y los universos tocados y repelidos por sus naturalezas se comprimen de manera íntegra en el encuentro y la transformación de los personajes. Me asombra la sensación que experimentan a travez del viaje por los distintos mundos.

    Ya estoy de regreso de vacaciones poniendome al tanto con preparativos para el nuevo ciclo escolar, pronto reapareceré también en letras.

    Un beso y felicitaciones por la novela

  4. Querida Pili

    Me gustó como manejas los elementos en estos últimos capítulos. La dinámica de los personajes está muy definida, bien ubicados los recursos de intriga y con el suspenso suficiente como para continuar su lectura. Está bien logrado el simbolismo en acción.

    Un beso enorme

    Tu amigo que te quiere

  5. Bienvenida de nuevo, Beatriz. Te echaba ya de menos; hago lo que puedo por que la historia no pierda interés, es muy placentero para mí que vuelvas por estos lares. Un abrazo.

  6. Estimado Rik:

    Me encanta que la lectura te resulte sugestiva y que sus elementoste sean agradables. Ójala sepa continuar alimentando esta historia de tramas inquietantes y hechos que despierten la curiosidad del lector en siguientes entregas.
    Cantidad de besos.

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