“EN OTROS MUNDOS” (83)

-    ¿Podrías clavarle la lanza a Silvia? -, dudó La Niña, ofreciéndole el Eje del Mundo.

                      -    Ya no es ella, tú misma lo dices… No había pensado nunca que se la clavaría a Aníbal, y lo hice, por nuestro bien -, manifestó Sami, mientras mantenía entre sus manos la afilada arma.

     Le costaba demasiado… Quizá se había precipitado en pensar que podría acabar con el Ser de Niebla, que ya había flotado en el aire y estaba por encima de la cabeza de Tirso.

                           ¿Y si hubiera otra solución para no matarla? ¿Si pudiera volver a ser humana, si pudiera regresar desde lo más tenebroso siendo de nuevo Silvia? Tirso debía estar reflexionando en lo mismo, y se contuvo cuando el látigo le encorsetó, y empezó a darle vueltas con la función de marearlo y confundirlo, para que no pudiera rebelarse al ser castigado por el ente.

                                           Cuando cayó al suelo casi no respiraba… El látigo del Ser de Niebla resplandecía en la noche lluviosa, y arqueando la espalda fue asumiendo el escarnio escalofriante al que estaba expuesto. Aún el pobre Tirso, dejaba escapar unas mortecinas palabras:

                               -    ¡Dejadla, dejadla! ¡Ella está peor que yo! -.

                   Samanta se enorgulleció de su amigo… A ella le gustaría llegar a ser así, llegar a amar a alguien como Tirso lo hacía a Silvia, amar por encima de la vida y la muerte. Quizá lo hubiera hecho ella por Fabio, pero no estaba plenamente segura.

2 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (83)”

  1. Querida Pili

    Son muy interesantes los detalles de ultratumba. Está todo bien logrado. Queda el afán por saber lo que ocurrió con Fabio. Fíjate que sacando algunas posturas filosóficas de la antigüedad y ciertas cosmovisiones orientales, todas las religiones cuestionan el destino del suicida; lo consideran como un atentado que lleva a la perdición en una u otra forma. De todos modos entiendo que volverás sobre él más adelante.

    Gracias por tu comentario a Brenda. Me falta la cuarta parte, que es el final y me está costando mucho trabajo.

    Muchos besos

    Rik

  2. Estimado Rik… Has adivinado que lo de Fabio no puede acabar así; no te desvelaré más secretos.

    Ánimo con tu escrito sobre Brenda… Todos, a veces nos bloqueamos un poquito, pero estoy segura de que hallarás la forma correcta de dar con un buen final.

    Muchos cariños.

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