“EN OTROS MUNDOS” (74)

      Cuando Samanta ya lo veía todo negro, sintió que la apretadura de su cuello se aflojaba, y que el Ser de Niebla se estaba desvaneciendo. Habían sido sus últimos coletazos antes de expandirse una gran humareda por todo el pasillo; toda esa neblina que las cubría y las quemaba, aunque cada vez más levemente a La Niña y a ella, se fue extinguiendo poco a poco, hasta que un horripilante aullido del ente, certificó su deseada desaparición.

                     Las dos se fusionaron en un afectuoso y cariñoso abrazo que no alargaron, puesto que el agujero dimensional aún continuaba derrumbándose, y debían correr hacia la salida si querían salvarse.

                         -    ¿Seguro que hemos acabado con el Ser de Niebla? -, inquirió Samanta, mientras se impulsaba fuera del socavón.
                                      -    Le has clavado uno de los Ejes del Mundo… Es lo único que puede dar muerte a un Ser de Niebla -.

                  La joven no podía pensar en otra cosa que no fuera la pena por Aníbal; era un mentiroso, un traidor y un oportunista, pero durante ese tiempo en el que habían compartido sus ganas por escapar de Sua, a Samanta le parecía que había cambiado y que era un hombre nuevo. Hasta que ocurrió lo peor que podía pasarle y se convirtió en Ser de Niebla…

                    También estaba muerta, según Aníbal… La aterraba tener el mismo final…

                                          Estaban a salvo, pero Sami no entendía el porqué de aquella música repetitiva y pertinaz que se escuchaba.

                        a salvo

2 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (74)”

  1. PIli como sabras,tengo unaneumonia y un carcelero que me da tiempo fuera para poder escribir y leer tu trabajo…Impresionante aplausos pla plapla…por favor no me contestes en mundo hispano porque asi las cosas,sle en google y no tengo mucho interes en ello….un beso sin gripe a
    y nos leemos
    lidia

  2. Querida lidia: Espero de corazón que te recuperes y todo vaya a mejor, te agradezco mucho que sigas ahí. Te escribo un e-mail en cuanto pueda y así todo será más privado, ya lei tu mensaje en el 66.
    Un beso… Cuidate mucho.

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