Samanta esperaba que Aníbal estuviera allí, sin embargo no asomaba por ninguna parte. Asimismo, caviló que pudiera estar por el exterior de la cabaña… Tampoco dio con él…
No pudo pensar en ello mucho más. Exactamente como había previsto Nadia, los Seres de Niebla enseguida hicieron su aparición para llevarse a Sami a los trabajos de la fortaleza. Naturalmente, Tirso y La Niña se escondieron antes de que entraran detrás de la choza.
No la recogieron sólo a ella; el resto de mujeres también eran conducidas hacia la fortaleza de Sua.
Ya estaban en las canteras, cuando Nadia se acercó a ella:
- Teo vino a verme. Está ahora en el interior de la fortaleza buscando la llave… Si todo sale bien, saldrá y nos hará una señal para que entremos -.
Ninguna noticia que le dieran, podía alegrar más a Sami. Lo más raro de todo esto, eran la calma y el sosiego con los que su compañera se estaba tomando que Teo se arriesgara tanto por una muchachita a la que ni conocía. Pero Samanta no quiso hacer preguntas innecesarias, no fuera a ser que cambiara de opinión, y por ejemplo, no pudieran salvar a Silvia, o acabaran haciéndole compañía en las celdas de al lado.
Iba a mencionarle lo de que a Aníbal parecía habérselo tragado la tierra, pero lo olvidó al tener en cuenta que Teo estaría ya a punto de salir…