Un chispazo… un fogonazo… y todo se apagó. Vuelta a la oscuridad. Samanta permanecía en el suelo… Era un suelo diferente al de su habitación, era como arenoso, como polvoriento… Ni humedad, tampoco. No estaba ni en su dormitorio, ni en el acuario.
¿Y el acuario? ¿Y los peces? ¿Y la escultura de la mujer del cántaro? Era todo tan artificioso, que Samanta quería olvidar completamente el combate entre el ser diabólico y el ser de luz en su cuarto, como si se hubiera tratado de un mal sueño; pero el dolor sí que era real, al ponerse de pie, notó que tenía varios cortes… Intentó sortear las piedras que se los producían, aunque no era fácil… Todo estaba negro, menos por la parte de arriba; no había techo, y una hermosa luna llena iluminó todo sobrecogedoramente.
Escapó de aquel subterráneo hoyo. Sólo cuando estuvo fuera, Samanta fue capaz de recapacitar, y jugó con una hipótesis que no podía creer:
- Esto ha sido… El túnel negro me ha traído hasta aquí… ¿Será otra dimensión? ¿Otro mundo? -.
Había algo escrito en el suelo, en la grava.
El caso es que voy a seguir a Samanta… Es una buena historia.
Espero que aún mejore con el paso de las semanas. Muchos besos y abrazos para los que deciden seguir a Sami.
Hola…
Pilar, tu blog se define en una sola palabra…talento.
Saludos cordiales.
Roger Louis
Quedo efusivamente agradecida por tu cordialÃsimo comentario. Intentaré con todas mis fuerzas que sigas pensando lo mismo de las próximas entregas. Muchos buenos deseos para ti y los tuyos, Roger Louis.
Pilar, hace instantes recibi tu invitacion a recorrer otros mundos… debo confesarte que lejos (muy lejos) de evadirlos me han conquistado y casi en un suspiro me encuentro recorriendo la parte 4…
Si, voy por mas! Gracias por compartir tu talento.
Que intrigante!!! me gusta
un beso
M del Pilar
Hola M del Pilar… Encantada de tenerte aquÃ.
Saludos.