“EN OTROS MUNDOS” (134)

    Samanta, recogió el Eje del Mundo, y no dudó en lanzárselo a Sua, a pesar de que luego vacilaría de si se iba a clavar en su cuerpo o no dándose cuenta de la gran distancia entre ellos.

                Grieta en el hielo

     En el mismo instante, distinguió que las Estrellas Voladoras ya habían sido lanzadas y se dirigían palmariamente a ella… Pero, Sami justamente resbalaba entre los hielos, y caía al agua con suavidad, como si fuera una bolsita de té.

     Chapoteó el tiempo necesario para precisar que su lanza se había hundido en el torso llameante de Sua, y que las Estrella Voladoras se habían clavado en la placa de hielo, que ella hasta entonces había ocupado.

                     Se encontraba débil… Samanta apenas podía nadar en esas aguas gélidas… Sobre todo, echaba en falta el brazo que le faltaba…

     Era su obra: orgullosa, contemplaba cómo Sua agonizaba en el suelo, cómo su fuego disminuía a cada centésima de segundo, y cómo el único Ser de Niebla que le acompañaba se desesperaba porque a partir de ahora no sabía lo que iba a pasar con el Averno.

     A la vez, Sami podía sentir sus pulmones llenos de agua y que el frío y el miedo paralizaban todos sus músculos. Sólo pudo percibir, antes de que el agua se la tragara que no… que no tenía cuerpo…

                ¿Y eso qué querría decir? Todo había sido muy real; sin embargo, su invisibilidad estaba ganando la partida… Unos calambrazos insufribles la recorrían de arriba abajo hasta que se ahogó en un grito de angustia y pánico… SAMANTA ERA UN SER DE NIEBLA…

3 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (134)”

  1. PILI ACA ANDO, LEYENDO LA NOVELA, MUY BUEN TRABAJO, LO HACES EN PAPEL PRIMERO? O DIRECTO CON WORK? ESO ME INTRIGA MUCHAO…SI PASAS POR MI BLOG, VERAS UN INTERCAMBIO FEO,MUY FEO, ENTRE UN NO SE QUE Y YO!
    CON MUCHO CARIÑO
    LIDIA-LA ESCRIBA

  2. Pili,
    He venido a poner me al día con la historia de los Otros Mundos. Encuentro este capítulo escalofriante, rico en tensión, la descripción precisa de sensaciones…el final crea espectación y desasociego.
    ¿SERÁ QUE SAMI SE HIZO DE NIEBLA?

    Mis saludos fraternos.

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