“EN OTROS MUNDOS” (122)

    Samanta miraba a los Gemelos con atención, hasta que sin darse casi cuenta se le cayó algo de la mano izquierda que tenía cerrada desde que despertara. Nadia se apresuró a recoger del suelo la cajita rectangular de terciopelo negro.

                    Cajita negra
             -    ¿Qué es esto, Sami? -, preguntó Nadia, con la caja entre las manos, sabiendo la respuesta, pero queriendo comprobar si la otra lo ignoraba.
                        -    No tengo ni idea, de verdad. Sólo sé que en el sueño que tuve, Fabio me lo entregaba en mi veinticinco cumpleaños. Luego, desapareció y cuando lo busqué, encontré a Sua que me enseñó su tumba… ¿Se te ocurre qué podría ser? -.
          Nadia y la caja  -    Quizá… Aunque, tendré que abrirlo y asegurarme -, decretó.

                             El susto de Samanta fue mayúsculo al recordar el “Mito de la caja de Pandora”, y valorar que la que había traído de la ensoñación podría ser semejante a la de la leyenda griega, y si era abierta, expulsara hacia el exterior toda desgracia, todo mal, todo infortunio y toda desdicha, manipulado todo por el fracaso y la adversidad.

     Se precipitó hacia Nadia, y forcejeó con ella para quitarle la cajita. Pero, los Gemelos no la dejaron seguir con su controversia, y la hicieron de nuevo sentarse en la cama.

                  Samanta se sentía nula, como un cero a la izquierda.

          -    Lo siento, compañera. Tengo que ver lo que contiene -, se disculpó Nadia, tanteando para saber cómo proceder.   

                     Estaban nerviosos, pero en el fondo todos confiaban en lo que hiciera Nadia. 

2 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (122)”

  1. Muy buena pero…no crees que los capitulos son muy cortos??
    Bueno solo es una recomendacion, admiro tu labor, y aunque no te conozco tengo el presentimiento de que eres tan bella como tu inteligencia.

    Mucha suerte

  2. Gracias… Aunque lo de la belleza es tan subjetivo; en todo caso, soy aceptable supongo, jejeje…

    En fin, voy al grano de tu cuestión… En realidad cada uno de los que constan como capítulos son ENTREGAS, a las que como autora me tomé la libertad de darles una extensión adecuada para que los lectores (algunos de ellos, se incorporan recientemente), no se vieran agobiados con los fragmentos. De todas formas, creo yo, que tres entregas son suficientes por semana.

    Mis cariños…

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