“EN OTROS MUNDOS” (94)

     Que ese animal la devorase, no  le pareció un buen final, así que Samanta se centró en bucear más y más deprisa… Se acercaba… Era inevitable…

                 Cuando la mano de Tirso se sumergió… y ella se dejó atrapar justo en el momento en el que el pez abría su boca llena de dientes afilados para zampársela. Durante unos segundos, se quedó absorta mirando a su amigo; la había salvado de vagar una eternidad en las tripas de aquel prehistórico ejemplar.

                        Ya fuera del agua, Sami se fijó en el verdoso paisaje que la rodeaba, tan distinto al desértico que se había encontrado la primera vez que bajó al Averno.  En el lago

     Tirso se la llevó bajo unos árboles:

                     -    Gracias, Tirso… Si no hubiera sido por ti, esa horrible cosa me hubiera comido. ¿Y Silvia, quiero decir el Ser de Niebla? -.
                                                          -    Huyó, después de salvarme a mí… No obstante, lo hemos conseguido, la hemos traído al Averno, a su hogar -, dijo, agachando la cabeza.
                 -    ¡A propósito! ¿Estás seguro de que esto es el Averno? No sé, la temperatura aquí es tan agradable, ¿no nos habremos equivocado? -.

                  El otro la miró como si hubiera hecho la pregunta más tonta del mundo… Estaban en el Averno, sólo que estaban muertos y cada vez más cerca de convertirse en Seres de Niebla; lo que estaba cambiando era su percepción, su forma de ver y “no sentir” ningún mundo determinado. Se levantó luego, y contempló el horizonte.

                     Samanta mientras, se contestaba a sí misma. Notó algo extraño a  su compañero.

4 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (94)”

  1. Querida Pili

    Me parece excelente este pasaje acuático, donde precisamente el agua como elemento juega un papel equilibrante no sólo en la dinámica de la ontología que describes, sino en la narrativa. Hasta el momoento el clima de la novela estaba sobrecargado de sofocos, climas oprimentes, fuegos y calores. De pronto el hecho de poder derivar por un agua que si bien sigue siendo una prisión, el elemento fluyente y refrescante cambia por completo la atmósfera. Al final están magistralmente introducidos nuevamente los elementos de tensión dramática que permiten al lector retomar el hilo del relato, como el recuerdo que están en el Averno y que gradualmente se están convirtiendo en seres de niebla.

    Te quiero mucho

  2. pili,compañera,amiga…pregunto quien es ricardo?un escriba?…porque leo y releo lo que escribis y yo percibo otras cosas,mas alejadas del nucleo de la novela…toda novela decae en algun momento,pero siempre el nucleo de la cuestion esta y eso es lo importante…digo,es una simple opinion mia,frente a tal esfuerzo casi casi espartano,el tuyo de ecribir y tener material para seguir…no soy critica y me interea poco te dire la critica…importa lo que sesntis y eso eta ahi!siempre…bezotes peque
    lidia

  3. Hola Lidia. Representan para mí mucho tus comentarios. Sobre Rik, te digo que siempre ha sido y es una luz en el paisaje literario, su pretensión máxima desde que comence este proyecto, ha sido animarme desde su maestría y experiencia.

    Muchos besos, compañera.

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