“EN OTROS MUNDOS” (41)

     ¿Se podría fiar de ella? Acababa de confesar que cuando estuvo viva fue una asesina, una celosa compulsiva que no tuvo escrúpulos a la hora de matar a otro ser humano. Tal y como fuera, Samanta tenía que seguir escuchando a Nadia y a Teo; eran los únicos que la ayudarían en el Averno para volver a ver a Silvia y a Aníbal.

                                           Conversando

      Una pregunta de Teo le confundió aún más:

        -    ¿Estás segura de que quieres verlos? -.
                        -    ¡Por supuestísimo, Teo! ¡Y quiero sacar de ahí a Silvia y a Aníbal! ¡Y nos marcharemos de este sitio terrible…! -, contestó Samanta muy crispada.
                                         -    No malentiendas lo que Teo dice; no es que no quiera ayudarte con la liberación de los chicos, es que si lográis salir no vais a tener donde esconderos -, aseguró Nadia, que ya había estudiado planes mucho antes  para salir de allí.

     Lo que Sami quería era por lo menos ver a Silvia; lo demás no le importaba. El destino provendría si saldrían luego del Averno o no.

                               -    Puede ser que no la encuentres como la dejaste… -.

     En un principio, no acertó a comprender por qué le decía eso… Entonces, Nadia se la llevó a un lugar más apartado de la cabaña, y se remangó la camisa: una mancha negra como el petróleo recorría parte de su cuerpo, la que ocultaba bajo sus ropas, discretamente.

3 pensamientos sobre ““EN OTROS MUNDOS” (41)”

  1. Estimada Pilar… siempre serás bien recibida en mis aposentos. Por lo poco que pude observar, vos también estás embarcada en una historia por entregas, aunque puedo ver que con una regularidad reglada… yo no podría cumplir con los tiempos estipulados, y cada capítulo lo publico cada vez más tarde…
    Pasaré con más tiempo a leer los primeros capítulos, para tomar sobre la marcha el hilo de la historia; por lo pronto te puedo decir que la tarea atroz de detalladeros y detalladeras me suena a la labor pausada y espeluznante del taxidermistas. Habrás visto que de esa labor noble y peculiar prefiero la parte en la que hay que desollar por sobre la de detallar, aunque eso no está lejos de semejar la faena de los restauradores de aquél recinto infernal. Saludos

  2. Pilar.
    Estoy restringiendo el acceso a mi blog por algunos problemas logísticos. Si te interesa acceder al mismo escribime un mail y te envío una invitación para que puedas seguir la historia. Saludos

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