“EN OTROS MUNDOS” (38)

    en la choza de Nadia Nadia pensaba que todos los que estaban en el Averno habían ido allí después de morir, si su comportamiento en vida no había sido el adecuado… Como castigo a conductas ruines y perniciosas para los demás… No obstante, de los agujeros negros de Sua que absorbían a seres humanos no tenía ninguna información.
     Su conciencia jamás la dejó vivir tranquila, pero asesinar a la amante de su marido fue algo de lo que en vez de arrepentirse y quedarse consternada, la alivió y la enorgulleció. Antes de que a Nadia le pusieran la Inyección Letal, el sacerdote que fue a confesarla antes de la ejecución, la acusó de soberbia, y le dijo que ése era un Pecado Capital; justo antes de huir despavorido, tras que ella le hubiera escupido en un cachete.

     Cuando se lo contó, Samanta no sabía si reír o llorar… Estaba muy mal, pero lo del cura indignado no dejaba de sonarle cómico… Sin más, escogió tres mechones de su cabello rubio y empezó a trenzarlos sin que Nadia pusiera ninguna objeción.      

                   Mechones

                 -    ¡Tienes que ayudarme, Nadia! ¡Tengo que verlos de nuevo, sobre todo quiero estar con Silvia! -, aseveró Sami.

     La cara de la anfitriona era un poema macabro. Se mordió los labios, y se levantó, poniéndose en jarras:

                                      -    ¿Tienes algún plan para entrar en la fortaleza? -.

     Aún, la mente de Samanta estaba en blanco, pero en cuanto se  acababa la jornada y los Seres de nieva llevaban a cada cual a su choza, ella volvía a escapar, sin ser descubierta, a la cabaña de su compañera en el Averno. Entre las dos tramarían un procedimiento perfecto.  

Un pensamiento sobre ““EN OTROS MUNDOS” (38)”

  1. Querida Pili

    Espero que la estés pasando bien por A Coruña, los senderos de La Mancha, el Camino de Santigo, las Rías Galegas, Donostia o los mundos en los que transites.

    Me gusta el desarrollo, pero veo algunos problemas

    - Sin insistir en la descripción, podrías jugar más con la idea de “Averno” (o avarna en sánscrito) Te dije como al pasar en otro mensaje que el término hace referencia a la etapa de suno de los Yugas o eras que transita la humanidad. Los mismos son cuatro, siendo el último el Kali Yuga, la edad más baja en la que los hombres están a punto de perder su condicón de tal. La última etapa del Kali Yuga se llama Avarna donde se han borrado las castas. Para el hinduísmo este sistema de rígidos estamentos, traduce en la sociedad humana la división del universo; con el paso de los años, esto se olvida y las castas son un sistema de explotación y discriminación de unos seres humanos por otros, pero en un principio tenía un gran sentido.

    Para la mentalidad oriental, y ya yendo a Averno como sinónimo de infierno, el mismo no es un lugar donde se puede llegar con la muerte, sino un estado del ser. En japonés, por ejemplo, en el Budismo Mahayana, el término describe al sujeto como “atado en el fondo de un pozo donde lo torturan demonios” y se describe en todas las formas cotidianas del sufrimiento.

    Si no entendí mal, en la última entrega hay un personaje que ha muerto y se encuentra entre los vivos, situación nueva que debiera tener alguna justificación o ser anticipada en la novela

    Del mismo modo, debiera tener más dramatismo el reencuentro de los amantes luego que los mismos fueran torturados por los demonios después de expresarse su amor.

    Te quiero mucho y te deseo lo mejor.

    Tu amigo Rik

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